Tan sólo puedo soñar contigo, solo puedo guardar silencio ante tu adictiva mirada, mis labios conducen mi voluntad a los tuyos...
Implorando por que no sonara el reloj, -despertó. Inmerso en mil pensamientos, ilusiones y tristezas se mesclan en sus cobijas. –Cinco minutos más es lo que pedía, para ordenar sus ideas y juntar el valor para dar la bienvenida al día, el sol aún no se asomaba a su ventana, el sol jamás salió de madrugada, no hay suficientes almas despiertas para contemplar la luz de su interior, estirando los brazos como tratando de alcanzar el cielo y de un gran bostezo echo los pies hacia fuera de su aposento, cuantas mañanas más despertara sin sentido sin tener cerca por quien vive y así vivir por quien muere, formando su atuendo para el ritual del trabajo que no es posible olvidar, afila las herramientas con las que se gana lo que algunos llaman vida, se prepara el desayuno, que consiste solo en cereal, toma su alforja y emprende el viaje, que ha de llevarlo a donde el viento lo deposite, entre calles y personas que no se detienen, se siente solo a pesar de tanta gente, encerrado en su burbuja donde se siente seguro, ahí controla su ambiente sus sonidos y silencios, una señora pregunta: -donde me deja esta ruta. A su destino y con suerte al futuro que le depara, no me lo tome a mal pero no tiene sentido, preguntar por la ruta cuando solo hay un camino, tu camino. Lo demás es espejismo. Estando en su trabajo ya, no hace más que decirse lo mucho que te recuerda y a tu risa se aferra, pretende ser eficiente en un mundo acelerado, pero el recuerdo de tu ausencia lo tiene devastado, recuerda aquel día en que sus voces templaron de un lado a otro de la línea, y sus almas se estrecharon.
El día paso y la ansiada respuesta no llega, no sabe cuánto la espera, no duerme no come no vive, y así espera poder regresar a aquel día en que primera vez la curiosidad nos despertó al amor, es hora de dormir pues ya no coordina sus manos con sus pensamientos, el frio sopla desde el recuerdo donde tú no estás y le dará calor si sabemos esperar.
Te amo mi cielo, eres mi lucero.